Los datos de violencia sexual
sufrida por las mujeres con parálisis cerebral y grandes necesidades de apoyo
son alarmantes, más de un 84,70 % y dentro de ellas, las que utilizan
comunicación alternativa tienen que enfrentarse a barreras emocionales, actitudinales
y de accesibilidad, siendo clara la falta de apoyos adecuados. Todo ello,
dificulta el proceso de denuncia y su posterior participación en el proceso
judicial.
Todavía
las Comisarías de Policía y algunos Juzgados presentan barreras de
accesibilidad, porque no consiste sólo en colocar “rampas” sino disponer los
medios necesarios para garantizar una participación plena en igualdad de
condiciones.
Para prevenir la violencia debemos permitir a las mujeres y niñas a acceder a una educación sexual adaptada y hacerlas sentirse valiosas.
Enseñándolas a aceptarse a poner limites respecto al acceso a su cuerpo y cuidar su estado emocional.
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