Os voy a
hablar de un libro escrito por una
persona con discapacidad, Julio Justo, quien a través de su historia nos da pautas para conseguir
ser felices.
No os voy
a contar el libro, sino lo que a mí me
ha aportado o las pautas que me
parecen más significativas:
Lo primero
que me llamó la atención fue la época en la que el protagonista empieza a ir al
colegio y debe buscar la forma de hacerse respetar, aunque quizá no fuera la
forma más adecuada debía hacerse
respetar: pidió al maestro que le dejase salir cinco minutos antes y en lugar
de tirarle a él, era él quien utilizaba sus cachabas para que todos cayeran; hagámonos
respetar, nadie tiene derecho a hacernos sentir mal.
Hablamos
del respeto de los demás, pero lo
primero que debemos hacer es aceptarnos a nosotros mismos y nuestras circunstancias;
digo esto porque siempre nos empeñamos en ser iguales que la mayoría o, mejor
dicho, la sociedad nos exige ser iguales aparentemente. Cuando nuestro protagonista
estaba en el hospital, a pesar de pasarlo mal con las operaciones y la
rehabilitación, allí se sentía bien, ya que era igual que los demás: quizá allí
fue donde realmente aceptó su discapacidad. Cuando aceptamos la situación
podemos buscar soluciones y sobre todo evitarnos el sufrimiento.
Para evitar
pensar en cosas que nos dan miedo o incluso intentar no pensar en el dolor
físico, podemos pensar en la persona que amamos. En el caso de nuestro protagonista,
su primer amor lo encontró en el hospital, lo cual le hizo olvidar la difícil
operación a la que debía someterse en unos días. Pensemos en sentimientos
positivos como el amor para poder sobrellevar las dificultades.
Ahora vamos con dos momentos que cambian la vida de
nuestro protagonista:
El primero,
el traslado a la ciudad donde empieza a tener vida social, sentimiento de
pertenencia a un grupo. Incluso consiguió mejorar sus condiciones físicas para
poder llegar a los lugares donde había más ambiente. De aquí sacamos otra
moraleja: paso a paso conseguimos nuestros objetivos. Esto lo podemos aplicar a
cualquier otra situación.
El otro
momento es cuando en una operación el protagonista tiene una experiencia
cercana a la muerte, decide no vivir pendiente de los médicos y empezar a vivir:
se mete en política. Aquí os cuento otra anécdota que es la asistencia a Villalar
a pesar del peligro que eso tenía en aquellos años, pero él estaba convencido
de que debía estar allí; fue coherente con sus convicciones.
Otras de las
cosas que hizo fueron: ser cantante, jugador y otras muchas cosas en un club de
baloncesto en silla de ruedas. Etc…
Otras dos
moralejas que no quiero olvidar son:
Todo lo que
viene conviene: es decir, aunque a veces no entendemos por qué pasan las cosas,
el destino nos da lo que necesitamos, aunque a veces no entendamos por qué
pasan las cosas.
Cuida tus
pensamientos: dependiendo de tus pensamientos, atraes cosas positivas o
negativas.
Para
terminar os dejo esta frase: la felicidad es una decisión interna, que no
depende de lo que nos rodea.
Enhorabuena Rocío has sabido concentrar en unas pocas líneas la filosofía que yo he necesitado 400 pàginas.
ResponderEliminarJULIO
Con el paso de los años puedo comprobar que tantos esfuerzos que has realizado tú y tu familia han dado sus frutos y la prueba es como has sabido resumir la esencia del libro de Julio.
CONCHI