lunes, 10 de diciembre de 2018

PARA EMPODERARME A LOS TREINTA NECESITO VIVIR LOS QUINCE

Hablamos mucho de autodeterminación, pero lo que yo digo; hay que vivir los quince, que es la edad en la que tenemos ganas de hacernos mayores, de ser nosotros mismos. (O quizá en nosotros un poco más tarde los diez y ocho o incluso los veinte).
Es cierto que la sociedad va avanzando a su ritmo, pero no exijamos que a los treinta la gente empiece a tomar decisiones; es verdad que a los quince no se consigue todo. De hecho por experiencia propia puedo decir que muchas de las cosas que deseaba a los quince las estoy consiguiendo ahora, pero entonces ya tenía la necesidad.
Esto ocurre porque he estado en un entorno normalizado, es decir, estudie en un colegio normal (educación inclusiva) y esto posteriormente me permitió descubrir la sociedad me explico: que las chicas de mi edad tomaban sus propias decisiones, con lo cual yo luche por lo mismo, aunque me costaba tres veces más, evidentemente la familia no va a permitir que te pongas cierta ropa, que vayas con ciertas personas…etc. Cosas totalmente lógicas a esa edad. Por eso, la importancia de encontrar un grupo de amigas que sean tus cómplices.
Por otro lado, en esa época te das cuenta de que necesitas muchos apoyos y realmente no sabes si tú, a pesar de tener su edad y de pensar como ellas puedes hacer lo mismo que ellas y más cuando la sociedad te bombardea con los “tú no puedes”
En ese momento aparecen las asociaciones en las que ves que hay gente que necesita apoyos como tú. Si algo me enseñaron fue que por mis derechos podía luchar yo misma y ahora me doy cuenta que no es que pueda. Si no que solo nosotros podemos defender nuestros propios derechos, y por otro lado, aceptar tu discapacidad para fomentar tus capacidades. Esto lleva su tiempo y por qué no decirlo muchas lágrimas, pero al final consigues entender que la discapacidad forma parte de ti, esto no quita para tener tus sueños y metas.
Alguien puede no todos/as tienen tus capacidades y necesitan estar en un centro específico: Pues bien, los/as que puedan expresarse darles voz y esto no significa decir sí y ya está, sino acompañarlos/as en una verdadera transición a la vida adulta, pero a la edad adecuada.
"Háblame de mis derechos a los quince para poder empoderarme a los treinta"

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