El pasado 26 de mayo asistí como Ponente a la jornada,
conociendo la parálisis cerebral
. Es verdad que ya he dado muchas charlas, pero aún así, no me veía en esa jornada. Por la sencilla
razón de que las otras dos ponentes eran profesionales: una logopeda y la otra
sexóloga, qué pintaba yo allí contando una simple experiencia. Parece mentira
que yo pensase eso, cuando siempre he pensado que es vital que se oiga nuestra
voz; quizá fuera el miedo a no estar a la altura, aunque al final me quedé
satisfecha de cómo trasmití mi mensaje.
De nuevo las redes sociales fueron el medio por el que Aspace
Zamora me invitó a participar en la jornada. Como he dicho en otros artículos, éstas
son un medio que me permite gestionar de forma autónoma este tipo de cosas, por
lo cual la decisión de si aceptar o no es mía; porque nadie ve mis miedos ni
mis inseguridades y no me condicionan.
A la hora de preparar la ponencia le pregunté a la persona
que organizaba la jornada de qué quería que hablara. Me sugirió algún tema,
pero me dejó que contara lo que quisiera, por eso quedó un mensaje tan realista,
porque digo lo que creo y hablé sobre cosas que me gustaban.
Me gustaría destacar que fueron ellos mismos los que vinieron
a recogerme: esto es importante por dos cosas: porque la familia tiene su
trabajo y porque yo tengo derecho a hacer ese tipo de actividades sin mi
familia al lado.
Gracias a Aspace Zamora por esta oportunidad.
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