La diversidad surge de un conocimiento mutuo, más allá de
una pura nomenclatura modernizada para referirse por ejemplo a un tipo de raza,
condición sexual o discapacidad, da pie al conocimiento. Al divisar más allá de
nosotros mismos y darnos cuenta que el tópico que no hay dos personas iguales,
es cierto.
De la diferencia nace la humanidad. Somos seres vivos en
constante evolución, provenientes de los primates. Si, de esos que ahora
decimos que nos separa nuestro razonamiento, creyéndonos superiores, cuando lo
único que hacemos es subsistir como hacen ellos, aprendiendo del entorno para
mejorar día a día. Bueno, sí, hay una diferencia: los primates no juzgan aunque
con frecuencia son juzgados por su descendencia, los humanos. Especie evolutiva
que, curiosamente, juzga y es juzgada por ella misma.
Y es que la diferencia aun no es del todo entendida por lo
común, sin darse cuenta que a su vez
forma parte de ésta. Es como un pez que se muerde la cola, sin percatarse que
es su propia cola. Evolución con ansias
de superación pero con temor a lo
desconocido, lo que genera un mecanismo de defensa llamado evitación.
Si, admitámoslo, somos frágiles a lo que no conocemos, a la diferencia. Mejor
dicho, a lo diferente a uno mismo.
Mal común y extendido, de curación simple pero poco
empleada, se llama conocimiento social y se da informando y siendo informado.
De ahí evolucionamos de seccionalismo, donde lo “diferente” era apartado, hacia
la diversidad, donde lo distinto se convierte en común, generando un
enriquecimiento social.
¿Y cómo conseguimos ese feedback de conocimiento? Dándonos a
conocer tal y como somos, apartando los prejuicios y aceptándonos nosotros
mismos primero para que nos acepten los demás.
Por eso son tan importantes los blogs como el de Rocío: “Parálisis
cerebral en primera persona”, para dar a conocer que no somos diferentes, sólo
formamos parte de esa diversidad humana que es nuestra especie.
Gracias Rocío por poner un granito de enriquecimiento a la
evolución de la diversidad social.
Vanessa
Fuentes
Psicóloga
clínica y social 20274 COPC
No hay comentarios:
Publicar un comentario