Voy a hablar de una nueva filosofía, digo nueva a pesar de llevar ya varios años hablando y trabajando por este paradigma. Me refiero al modelo de vida independiente.
En primer lugar, creo que para que esto sea real todos tenemos
que cambiar el pensamiento sobre las personas con diversidad funcional, incluso
las propias personas con diversidad funcional:
En cuanto a los profesionales: deberían pasar de ser
cuidadores a ser asistentes, es decir, en vez de atender, asistir. ¿Qué
diferencia hay? Pues bien, mientras en
el primer caso es la persona que realiza la tarea la que decide cuándo, cómo e
incluso por qué se realiza la tarea, en el segundo caso, es la persona con
diversidad funcional la verdadera protagonista de la tarea.
En cuanto a la persona con diversidad funcional: dependiendo
del tipo de diversidad funcional, lo primero que habría que hacer sería
enseñarles a ser protagonistas de sus propias vidas asumiendo responsabilidades
y cometiendo errores sin depender de otros, incluso sin estar supeditados al
poder de otros.
Si hablamos de las familias, suelen tener miedo a que la
persona tome sus propias decisiones y sea asistida por un tercero, a pesar de
la descarga que esto supone para la familia y seguramente mejore la relación
ente la familia y la persona con diversidad funcional.
Aunque lo ideal para este modelo es la asistencia personal. Bajo
mi punto de vista, pueden ser válidos otros servicios siempre y cuando la
protagonista de su vida sea la persona con diversidad funcional.
Este modelo es el ideal para la verdadera inclusión social de
la persona con diversidad funcional.
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