Dicen que las personas cambian con los
años. Pues bien, una de las cosas que cambia es que cada día tengo más claro
con quien disfruto de verdad.
Por supuesto que hay que hacer más cosas que
disfrutar, pero a veces nos intentan convencer de que el único fin de algo es
disfrutar cuando tú tienes muy claro que no es así.
Como digo, no siempre el objetivo
principal de la actividad es disfrutar, aunque en todas ellas debemos poner
entusiasmo y sacar algo positivo.
Una misma actividad cambia mucho,
dependiendo con quien la hagamos: una simple comida, es muy diferente con la
familia o con los amigos. Digo esto porque, con los amigos hablamos de temas
que nos interesan y les contamos nuestras cosas de forma diferente, incluso
actuamos de forma diferente.
No siempre estamos con la gente que
queremos ni haciendo actividades que nos gustan o divierten. También debemos
adquirir responsabilidades y no siempre buscar una recompensa: no entiendo por
qué, a veces, se nos intenta convencer diciendo: “haz esto y luego hacemos lo
otro” o, todavía peor, intentarnos
convencer de que vamos a disfrutar con cierta actividad.
A la hora de disfrutar o no disfrutar
no debemos guiarnos por los gustos de los demás, sino por los nuestros. Otra de
las cosas que cambian con los años es que no salimos por salir, sino con quien
realmente nos apetece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario