Para escribir este artículo he pedido ayuda a algunos de mis
amigos preguntándoles ¿que les había aportado? Espero reflejar correctamente lo
que ellos me han transmitido:
La que más años lleva conmigo me dice que le he trasmitido mi
espíritu de lucha, muchos momentos de risas, una gran amistad y, porque no
decirlo, alguna que otra borrachera juntas.
Otra de ellas, que apareció en mi vida un poco más tarde,
dice que le he aportado una visión diferente de la vida, que a pesar de ser
consciente de mis limitaciones siempre tengo nuevos objetivos y que tengo muy
claro dónde quiero llegar.
El único chico al que he preguntado me dice que he estado con
él en momentos difíciles de su vida, incluso le he ayudado a tomar decisiones
importantes.
Como veis en este artículo las personas con discapacidad
tenemos mucho que aportar y en mi caso cuando quiero a alguien tanto como a
estas tres personas y alguna más, es un placer escucharles y poder ayudarles,
ya que ellos siempre están ahí.
No hace falta ver a la gente todos los días para saber que
está ahí, pero para recibir hay que
saber dar y os aseguro que la gente lo devuelve con creces.
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