Cuando una persona es dependiente, además de la dependencia
física, suele existir también dependencia emocional por ambas partes, es decir,
la persona dependiente puede querer que solo le dé de comer o le vista una
persona, normalmente la madre, o bien no se atreve a dar su propia opinión,
sino que busca siempre la opinión de la madre. Pero lo que pasa con el cuidador
es que, a pesar de encontrarse cansado y saturado por la situación, le cuesta
mucho dejar que la persona con discapacidad sea cuidada por otros.
Aquí empiezo a hablar de una figura importante: el/la
asistente personal. Con esta persona el dependiente pasa de ser cuidado a ser
asistido, es decir, en lugar de decidir o intentarlo por la persona con
discapacidad, el/la asistente realizará tareas que la persona con discapacidad
no pueda realizar.
Esta figura es muy interesante, no solo para el domicilio
sino para todos los ámbitos como el empleo o el ámbito educativo cuando la
persona llega a la Universidad, porque sí es cierto que la gente te ayuda, pero
se puede acabar cansando o la persona dependiente sintiéndose una carga.
Por otro lado, creo que hay que preparar a la gente con
discapacidad para que sea capaz de dirigir su vida y saber hasta qué punto la
persona que te apoya está obligada a
hacer lo que se le pide, por eso se deben delimitar bien las funciones.
Aunque ésta es una figura importante para fomentar la vida
independiente, aún queda bastante por hacer con respecto a la vida
independiente.
Hola Rocío!!! me llamo Inma, cuanta razón tienes!!. Yo creo que es importantísima la educación, que desde pequeños se da a las personas con parálisis crerebral. A veces ves a niños que están convertidos en espectadores del mundo, sin saber que deben ser los protagonistas de su propia vida. Padres y profesionales podemos confundir, ayudarles con decidir por ellos y hay que ser muy cuidadoso. Desde que son pequeños hay que enseñarles a decidir, aunque sean pequeñas cosas, de qué quieres el helado? qué camiseta prefieres, la verde o la roja?... Eso los hará adultos con capacidad de dirigir su propia vida. El asistente personal debería ser imprescindible, el apoyo universal. Una vida plena no puede depender de la buena voluntad del otro. Olé por tus palabras!! Comparto en face. Un saludo
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