Cuando hablamos del rol social de las personas con parálisis cerebral partimos de una base: casi siempre se nos trata como a niños por muy adultos que seamos y en el entorno familiar, por regla general, se da la sobreprotección, lo cual hace difícil crecer como personas a éstas.
Por eso es conveniente que el propio discapacitado busque su lugar dentro del mundo asociativo o alguna otra actividad como el deporte o cualquier actividad que nos resulte atractiva y por supuesto en la que podamos ser protagonistas y tener responsabilidades.
Esto hace que nos sintamos parte activa de la sociedad y no personas a las que simplemente hay que atender y cuidar, esto hace que nuestra autoestima suba y que seas tú mismo, es decir, tengo mi hueco en la sociedad con mis defectos y mis virtudes, mis aciertos y mis errores.
Otra de las cosas importes es que la propia persona con discapacidad tenga su propio estilo a la hora de vestir, maquillarse, es decir, sentirse a gusto con su propia imagen.
A veces a la gente le sorprende que a una persona con discapacidad le guste elegir su ropa. La silla no nos impide ser coquetas o presumidos, quizá porque tenemos asumido que la discapacidad forma parte de nosotros.
Cuando hablamos del mundo rural todavía es más complicado intentar hacer una vida normal, ya que existen tanto barreras físicas como mentales. Otro de los problemas es la falta de información. Todo esto hace que se trate a la persona con discapacidad de forma diferente o quizá se piensan que la discapacidad física va unida siempre a la psíquica. Pero lo peor no es lo que piensan si no cómo actúan: te preguntan su nombre cada dos por tres para ver si te acuerdas; si cantas o ríes comentan: “pobrecita que alegría tiene” y si les cuentas que piensas trabajar, lo único que se les ocurre decirte es : “dónde vas a ir tú si no puedes hacer nada”. Aunque todos estos comentarios te sienten mal, no puedes contestarles ni quitarles la razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario