El empleo es importante para toda persona, ya que se siente útil, valorada y tiene su independencia económica. Pues quizá lo sea aún más para las personas con una discapacidad como la parálisis cerebral.
Por un lado, porque suele ser complicado llegar a conseguirlo, a veces por desconocimiento de la propia discapacidad, otras porque es difícil encontrar puestos adaptados a las capacidades de cada persona.
Cuando consigues tener una experiencia laboral eres capaz mejorar la confianza en ti misma, te relacionas con gente diferente a la habitual y además diferente entre sí, incluso se pueden llegar a conseguir pequeños avances físicos y se mejoran capacidades como el habla.
Otra de las cosas en las que siempre pensé y en las que esta experiencia me ha dado la razón es en que, aunque necesite apoyo, la persona que apoya no decide por tí y tampoco tú te sientes mal por el hecho de no hacer lo que esa persona dice, ya que tienes muy claro que la labor de esa persona es proporcionarte los apoyos necesarios para que puedas ser autónoma.
A pesar de todos estos beneficios descritos anteriormente, todavía hay gente que dice que para qué una con discapacidad necesita trabajar, que solo tiene que esperar a que llegue final de mes y cobrar su pensión.
Por fortuna para nosotros están las asociaciones que luchan por nuestra normalización y que saben que el empleo es la mejor forma para llegar a ésta. Por eso, desde las entidades se llevan a cabo programas de empleo tanto a través de los centros especiales de empleo como de empresas ordinarias y la administración pública, siendo ésta un ente en el que el trabajo de las personas con discapacidad es más visible, además de contar con medios económicos para proporcionar las adaptaciones necesarias.
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