domingo, 16 de octubre de 2016

EL CAMINO DE LA VIDA


.Dicen que la felicidad depende de uno mismo; yo digo que siempre tiene que haber alguien que te acompañe en el camino. Pero no me refiero al apoyo físico, que con una buena formación puede hacerlo cualquier persona, y, desde mi punto de vista y por la pequeña experiencia que estoy viviendo, no sé si mejor o peor, pero sí como yo quiero. Eso hace que yo esté más tranquila y haga las cosas mejor e incluso con menos esfuerzo.
En cuanto a lo emocional, hoy por hoy hay muy pocas personas por las que me siento apoyada, es decir, muy pocas amigas de verdad. Si alguien más se quiere unir al carro que se una, pero que sepáis que soy bastante exigente en esto de las relaciones personales.
Hablando de compartir ese camino: todo el mudo o casi todo el mundo te dice: “tú con tus padres y a hacerles caso” y yo le diría a toda esa gente: “¿vosotros estáis con vuestros padres o hacéis vuestra vida?”; pues bien, yo también quiero tomar mis propias decisiones porque, como digo siempre, mi cuerpo hace lo que quiere y si a la espasticidad le da por hacer de las suyas hasta comer puede ser complicado, pero mi mente está intacta, incluso puedo decir, que mis criterios son muy diferentes a los de mi familia muchas veces. Y no por llevarles la contraria como muchas veces me dicen cuando discutimos, sino porque tengo las ideas muy claras.

En cuanto a los amigos por suerte se eligen y yo considero que tengo muy pocos pero buenos, aunque es verdad que conozco mucha gente y dicen que me aprecian, pero como digo, yo elijo con quién comparto mi vida.
Si hablamos de profesionales son simplemente eso, gente que nos hace la vida más fácil con su trabajo; pero yo no soy de las personas que se conforma con recibir servicios, sino que me gusta participar y defender mi propia filosofía, que es la de muchos o quizás la de unos pocos que podemos y nos atrevemos a decir ciertas cosas. A mí me molesta mucho que a veces se me vea solo como usuaria de servicios y no como parte activa de la entidad (No todos piensan así y hay gente que sabe darme el lugar que me corresponde en cada momento).
Para terminar me quedo con esta reflexión: no cambies tu felicidad por la felicidad de otros.

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